

El aprendizaje más importante es “aprender a aprender” “Creemos que la mejor manera de que los estudiantes aprendan a aprender es la enseñanza directa de diversos niveles de habilidades y estrategias, unido esto al esfuerzo del profesor para suscitar un cierto grado de autoconsciencia y autocontrol del proceso de aprendizaje”. Y será al profesorado al que se le encomendará la tarea de "enseñar a aprender", y el alumnado tendrá la tarea de "aprender a aprender. (John Nisbet y Janet Schucksmith, 1987)
No hay que olvidar que para conseguir unos buenos resultados en los estudios hay una serie de factores que dependen de cada uno, entre otros:
- La motivación. Se debe valorar la suerte que se tiene de poder estudiar cuando millones de jóvenes no pueden asistir a clase. Al estudiar se fortalece la voluntad y se forma la personalidad.
- Estrategias de aprendizaje. Como cualquier otra actividad, bailar, montar en bicicleta… estudiar supone un esfuerzo, por ello, nuestra actitud personal ante el estudio hace que dicho trabajo sea más o menos agradable. Se debe tomar conciencia de las estrategias de aprendizaje que se utilizan. Las estrategias de aprendizaje son una serie de operaciones cognitivas y afectivas que el alumno lleva a cabo para aprender y que le permiten planificar y organizar sus actividades de aprendizaje. Las estrategias de aprendizaje son el conjunto particular de actividades de procesamiento de la información de que se vale el estudiante. Son seleccionadas con el propósito de facilitar la adquisición, el almacenamiento y la aplicación de la información o conocimiento. (John Nisbet y Janet Shucksmith, 1987).
- Aprendizaje significativo. Es mucho más fácil aprender aquello a lo que se le encuentra sentido. El auténtico aprendizaje es el aprendizaje significativo, en el que se relacionan los nuevos conocimientos que se deben aprender con conocimientos anteriores, con situaciones de la vida cotidiana, con la propia experiencia, con situaciones reales… Cualquier otro aprendizaje será memorístico o mecánico.
- Estudiar con interés científico. Es muy importante ponerse a estudiar con interés científico, así gustará lo que se está estudiando y se comprenderá, aprenderá y recordará con más facilidad.
- Estudio diario. No hay que creer a los que dicen que es suficiente con estudiar el día anterior a un examen. Estas falsas ideas producen gran ansiedad y frustración al pensar que “uno es tonto porque no puede aprender en una tarde lo que ha explicado el profesor en varias semanas”. Si se reflexiona sobre ello, es fácil comprender que si se pudiera estudiar en un día dicha materia, no la programaría el profesor en varias clases.
- Primero estudiar y después realizar los ejercicios. Reflexionando sobre las mejores técnicas de estudio a utilizar se comprende que es más lógico estudiar o repasar primero la lección y después hacer los ejercicios correspondientes, “hacer la tarea”. Es necesario esforzarte por realizar cada día las tareas con interés, dedicándole el tiempo necesario. Los trabajos deben estar bien presentados, limpios y con orden.
- Tener organizada la mesa de estudio. Un buen diccionario a mano es fundamental para poder consultar los términos que no se comprendan o las dudas ortográficas que se presenten. En la sociedad actual es primordial desarrollar capacidades para buscar, seleccionar e interpretar la información que nos interese. Internet es una buena fuente de información, pero también una gran “tentación”.
- Existe una búsqueda organizada en http://www.angarmegia.com/.
- Para consultar diccionarios http://www.dicciona.com- Interesante el artículo del profesor Salinas de la Universidad de Granada “Sobre las técnicas de estudio y proceso de aprendizaje” en http://www.ugr.es/~filosofi/2006-2007/pro-innovacion/convo-2005/tecnicas-estudio/materiales