Virtudes
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Cuanto más hacemos el bien tanto más felices y libres nos volvemos.

Dios ha puesto en nuestro corazón un deseo tan infinito de felicidad que nada ni nadie lo puede saciar, sólo Dios mismo.

Dios nos ha hecho libres, nos da la oportunidad de elegir entre hacer el bien o hacer el mal. Aunque estemos enfermos o encerrados somos libres para hacer el bien y para ser felices. Decía San Agustín: El bondadoso es libre, aunque sea esclavo; el malvado es un esclavo, aunque sea un rey.

El mal sólo hace libre en apariencia. El mal no da la felicidad, sino que nos priva del verdadero bien; nos ata a algo carente de valor y al final destruye toda nuestra libertad. El hombre es perfectamente libre cuando dice siempre sí al bien; cuando ninguna adicción, ninguna costumbre, le impiden elegir y hacer lo que es justo y bueno. La decisión por el bien es siempre una decisión orientada a Dios. Cuanto más hacemos el bien tanto más libres nos volvemos.

Las virtudes son hábitos buenos que nos llevan a hacer el bien. Podemos haber nacido con esa facultad o podemos adquirirlas con nuestro esfuerzo y voluntad. Las virtudes son un medio muy eficaz para colaborar con Dios, pues implican que hemos decidido, libre y voluntariamente, hacer el bien, es decir, cumplir con el plan de Dios.

La virtud permite a la persona no sólo hacer el bien, sino dar lo mejor de sí misma. La persona debe de superarse siempre como hombre y como cristiano. El objetivo de una vida virtuosa es llegar a ser semejantes a Cristo. La persona virtuosa se equivoca, falla, cae, etc, pero se levanta y sigue con esperanza y misericordia.Para ser virtuoso no se trata de tener sólo buenas intenciones, hay que hacerlo. No sirve decir "voy a estudiar y hacer la tarea todos los días". Hay que ejercitar las virtudes de la alegría y el agradecimiento por poder estudiar, también la auto disciplina, fortaleza, constancia, orden, paciencia, sacrificio, valor, y otras muchas más, para ponerse todas las tardes a estudiar.


LAS VIRTUDES


  1. Alegría
  2. Amabilidad
  3. Apacibilidad: una manera de abordar los conflictos confiando en el poder del amor, esforzándose por llegar a una solución pacífica.
  4. Autodisciplina: virtud contraria a la pereza y la holgazanería.
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  1. Autoestima
  2. Caridad: una de las tres virtudes teologales. Es demostrar nuestro amor al prójimo mediante las obras. Nuestro amor al prójimo debe ser un reflejo de nuestro amor a Dios. El cristiano tiene que amar al prójimo desde Dios y lo que haga, hacerlo por amor a Dios. La caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia.
  3. Compasión: es comprender y preocuparse por la persona que traviesa un mal momento o que ha cometido un error. No hagas crítica negativa. "Cuando no puedas alabar, cállate", decía san Josemaría Escrivá
  4. Consciencia de uno mismo: no hacer responsables a los demás de todos nuestros problemas o cambios de humor.
  5. Confianza: es tener fe en Dios, en uno mismo y en los demás. Es tener la seguridad de que el bien triunfará.
  6. Constancia
  7. Cooperación: ofrecer antes de recibir.
  8. Cortesía
  9. Consideración
  10. Delicadeza
  11. Desprendimiento: obrar con despego, largueza y desinterés por las cosas, aunque suponga saber perder
  12. Dialogar: hablar y escuchar las ideas de cada uno.
  13. Diligencia: hacer las cosas bien, con prontitud y cuidado, sin correr.
  14. Disciplina
  15. Discreción: cuidar lo que se cuenta de la familia o de los amigos.
  16. Entusiasmo
  17. Empatía: ponerse en lugar del otro.
  18. Esperanza: otra de las tres virtudes teologales por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo.
  19. Fe: la tercera virtud de las llamadas teologales. Por ella creemos en Dios y creemos todo lo que Él nos ha revelado y que la Santa Iglesia nos propone como objeto de fe. La fe necesita de nuestra esperanza y caridad. Una fe sin obras es una fe muerta. La fe da solución a todas nuestras ansiedades, aquieta el entendimiento y llena de esperanza el corazón.
  20. Fidelidad
  21. Firmeza
  22. Flexibilidad
  23. Fortaleza
  24. Generosidad
  25. Gratitud
  26. Honradez
  27. Humildad: no es apocamiento, ni tristeza.
  28. Justicia
  29. Lealtad
  30. Liderazgo: dar ejemplo y ayudar a ser virtuosos a la gente con la que trata.
  31. Magnanimidad: la fuerza que nos dispone a salir de nosotros mismos para emprender obras valiosas en beneficio de todos. Es darse a Dios.
  32. Misericordia: igual que caridad.
  33. Obediencia
  34. Orden
  35. Paciencia: capacidad para aceptar que las cosas no siempre son como queremos, nos ayuda a ser comprensivos con los demás.
  36. Perdón
  37. Prudencia: el prudente se equivoca, pero sabe rectificar.
  38. Pudor
  39. Resiliencia: seguir adelante con una sonrisa cuando todo lo vemos negro, sin asustar a los demás con nuestros miedos, aceptando que las decepciones y los problemas forman parte de cualquier vida humana.
  40. Respeto
  41. Responsabilidad
  42. Reverencia: cualidad del alma que permite sentir la presencia de Dios en la naturaleza, en las personas, en los sitios y libros sagrados, etc.
  43. Sacrificio
  44. Serenidad: porque siempre perdonamos, porque todo tiene remedio, menos la muerte pero para los cristianos la muerte es vida, el que muere va con Dios. Con serenidad se actúa con más inteligencia, se piensa mejor y se pueden estudiar los pros y los contras de las acciones previstas para posteriormente intervenir con decisión.
  45. Servicio
  46. Sinceridad: cuidado, no es mala educación. La sinceridad es misericordiosa.
  47. Solicitud
  48. Templanza: no todo lo que se puede hacer se debe hacer, hay que saber controlar los impulsos.
  49. Tolerancia
  50. Unidad: es una manera de ver la armonía de todo lo que Dios ha creado, valorando lo que cada parte aporta al conjunto. Buscando una solución que satisfaga las necesidades de todos, sin querer que todos piensen lo mismo, hablen igual, vistan igual, etc.
  51. Valor: es hacer lo que crees correcto a pesar de las críticas de los mediocres. No es chulería ni ser inconsciente.

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